Mariposas

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La mariposa es un símbolo del alma, de la inmortalidad, del renacimiento y de la resurrección, de la capacidad de transformarse, pues esta criatura nace transformándose a partir de una simple oruga.
La mariposa es considerada un símbolo de la Gran Diosa (Gran Madre, Magna Mater). La imagen de la Gran Diosa se remonta a la antigüedad en la historia de la humanidad, al Paleolítico. Esta deidad suprema personificaba tanto el cielo como la tierra, la vida y la muerte. Las aves y los insectos voladores estaban asociados con la Gran Diosa. Uno de los insectos que representaban a la diosa era la mariposa. De ahí la creencia de que las brujas pueden convertirse en mariposas, que las mariposas promueven la concepción y presagian la guerra (por ejemplo, los romanos llamaron a la mariposa feralis - "feroz"), y que las mariposas son las almas de los muertos.
Además, en muchas culturas, la mariposa simboliza la naturaleza transitoria de la alegría.
En China, esta criatura alada denota inmortalidad, ocio en abundancia, alegría y verano. La mariposa representada con una ciruela simboliza la longevidad y la belleza, con un crisantemo, belleza en la vejez, con una pluma, longevidad.
La imagen de una mariposa se encuentra en las parábolas taoístas. Así que el filósofo Chuang Tzu una vez se vio a sí mismo en un sueño como una mariposa. Cuando se despertó, no podía entender: Chuang Tzu soñó que era una mariposa, ¿o la mariposa ahora sueña que es Chuang Tzu?
Otra historia contada por Chuang Tzu cuenta cómo un joven erudito, persiguiendo una hermosa mariposa, entró sin darse cuenta en la propiedad privada de un juez jubilado y, al ver a su hija, quedó tan hipnotizado por sus encantos que decidió trabajar duro y tratar de conseguirla como su esposa. En esto tuvo éxito y ascendió a un alto rango. Aquí, la mariposa es un signo de felicidad conyugal, se podría decir, el Cupido chino.
Entre los japoneses, una mariposa simboliza a una mujer joven, y las mariposas revoloteando una alrededor de la otra significan felicidad familiar. La mariposa blanca es el espíritu del difunto.
En el México antiguo, la mariposa pertenecía a los atributos del dios de la vegetación, la primavera y el amor, el "Príncipe de las Flores" Xochipilha. Además, estaba asociada con el Sol y era un símbolo del fuego oscilante. La mariposa cortada con cuchillos de piedra (itzli) es la diosa Itzpapalotl, la "Mariposa de obsidiana", el espíritu nocturno de las estrellas llameantes y, al mismo tiempo, un símbolo de las almas de las mujeres que murieron durante el parto.
Los antiguos griegos consideraban a la mariposa un símbolo de la inmortalidad del alma. Psique, cuyo nombre significa "alma", fue representada como una niña con alas de mariposa.
En el cristianismo, las etapas de desarrollo de las mariposas representan la vida, la muerte y la resurrección, por lo que a veces se representa a la mariposa en la mano del niño Jesús, que simboliza el renacimiento y la resurrección del alma. En las pinturas que representan la vida en el paraíso, el alma tiene tales alas, que el Creador coloca en el cuerpo de Adán.
En la mitología nórdica, los elfos, espíritus del aire, eran representados como hermosas personitas con alas de mariposa.
Entre los eslavos, en primer lugar, las ideas sobre el alma están asociadas con una mariposa. La gente suele hablar de la mariposa como el alma del difunto o el presagio de la muerte y, a veces, la imagen de la muerte.

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